Historia de la epigrafía: conoce esta antigua ciencia
Aunque hay muchos momentos que han definido por completo al Ser Humano como especie, es cierto que uno de los más importantes se produjo hace poco menos de 6.000 años, cuando se calcula que nació la escritura. Y es que se trata de una manera de recoger crónicas, anales y todo tipo de información, primero en soportes duros como la madrea, la piedra o el metal, y posteriormente en papel y papiros. Gracias a ese tipo de reportes, a los que nos han llegado, podemos entender mucho mejor todo lo que ocurría en aquellos tiempos, cómo se vivía, como se pensaba, cómo se organizaban nuestros antepasados. Al estudio de esos soportes y de sus inscripciones se le dio el nombre de Epigrafía, una ciencia que tiene que ver directamente con la lingüística y con la Historia, ya que se relaciona con ambas y se combina con ellas.
La epigrafía nos ha servido para desvelar innumerables secretos sobre las civilizaciones antiguas que de otra forma habrían quedado sepultados. La invención de la escritura marca normalmente la separación entre la época prehistórica y la histórica, hacia la Edad Antigua. Es en ese marco tan decisivo donde la epigrafía ha sido más útil, aunque también ha conseguido desentrañar secretos posteriores, ya en la Edad Clásica, buscando los pergaminos que se escribían en aquella época, la forma de escribirlos y la manera de elegir ese tipo de soporte. Si bien es una ciencia que ya ha quedado un poco en desuso, por razones obvias, todavía se siguen haciendo grandes descubrimientos gracias a la epigrafía. Es por eso que hemos querido dedicarle un artículo completo a esta ciencia, para conocerla más a fondo y entender su funcionamiento mucho mejor.
¡Sigue leyendo!