Fecha de Publicación: 26 octubre, 2023 - Autor: Héctor
Madame Pompadour- 1
Historia

Madame de Pompadour, la libertina cortesana de Luis XV

Nos han contado la historia un millón de veces. La chica humilde que consigue llamar la atención del hombre rico y poderoso pero de buen corazón. Ella se gana su amor gracias a su vivacidad y a su forma de ser, aunque también entra en juego su espectacular belleza, por supuesto. Él es un hombre atractivo, bueno y millonario, el sueño de cualquiera. Las telenovelas han tratado este tema de forma habitual desde hace décadas, pero muchos piensan que ese cuento de la Cenicienta es absolutamente imposible en la vida real. Sin embargo, ya ha habido casos en los que la chica humilde ha logrado casarse con el rey. Diana de Gales logró conquistar a Carlos de Inglaterra, y lo mismo ocurrió con la presentadora y periodista Letizia Ortiz, que terminó siendo Reina de España de la mano de Felipe VI. No es algo tan poco habitual en nuestro tiempo y, de hecho, lo era mucho más en siglos anteriores.

Uno de los casos más sonados a este respecto fue el de la espectacular Juana Antonia Poisson, conocida comúnmente como Madame de Pompadour. No es que la chica fuera precisamente humilde en sus orígenes, pero sí que era una joven más en Francia cuando conoció al respetadísimo rey Luis XV, pasando a ser su favorita al instante. Madame de Pompadour no solo logró seducir al monarca y hacerse un hueco en su corte, sino que tuvo mucha influencia en los asuntos de estado desde ese momento. Esto, como es natural, despertó los temores y las envidias de muchos en la corte, que no veían con buenos ojos a esta cortesana que había logrado engatusar al rey. Sin embargo, lo sorprendente es que durante toda la relación con el monarca, su ánimo con la reina fue bastante bueno, y la cordialidad imperó entre ambas. De hecho, en aquel momento era habitual que el rey tuviera amantes más allá de su relación tradicional con la reina, y su propia esposa le procuraba encontrar a las mejores. Con Madame de Pompadour halló no solo a una buena mujer, sino también a una gran consejera, que hoy en día es reconocida como una de las cortesanas más importantes de Europa.

Una educación exquisita

Nacida en 1721, Juana Antonia era hija de Francisco de Poisson, un hombre rico venido a menos que huyó de la justicia tras haber cometido delitos de malversación e impagos a la Hacienda Pública. La pequeña fue entregada al convento de la ursulinas en Poissy cuando apenas contaba con seis años de edad, donde fue criada con una educación exquisita. En sus años de juventud, Juana Antonia practicó danza, canto y equitación, y no tardaría en ser presentada en los salones de mujeres de las amigas de su madre. Esta se volvió a casar con un alto funcionario que crió a Juana Antonia y a su hermana como hijas propias, y les procuró todo lo necesario para que tuvieran la mejor educación posible. La joven llegó a casarse en 1741 con uno de los sobrinos de su padrastro.

Su relación con Luis XV y su llegada a Versailles

A pesar de estar felizmente casada y tener incluso un par de hijos con su marido, la ahora Madame de Pompadour no tuvo ningún problema en postularse como nueva favorita del rey. Luis XV disfrutaba de una posición cómoda en 1745, pero varios de sus amigos más cercanos murieron en esas fechas, incluyendo también a su amante. Ayudada por personas de confianza del rey, Juana Antonia fue presentada al monarca, que pronto quedó fascinado por la belleza de la joven. Ese rasgo de la chica la hizo destacar siempre frente a todas las otras mujeres de su época, pero no era su principal reclamo. Su vivacidad, su inteligencia y su conversación la convertían en la cortesana perfecta, y Luis XV pronto la atrajo hacia Versalles, llegando la mujer a abandonar a su marido para estar al lado del rey incluso como simple amante.

Y es que desde el primer momento, Madame de Pompadour ocupó una posición importante dentro de la corte, como amante favorita del rey. De hecho, lo fue hasta su propia muerte, veinte años más tarde, cuando la mujer ya había dejado su huella en palacio. No tuvo hijos con el monarca, aunque sufrió dos abortos tras tener relaciones con él. Como decíamos antes, la relación con la reina fue siempre cordial, ya que ésta era consciente de las “necesidades” de su marido, algo que no contravenía nunca. Madame de Pompadeur se convirtió en uno de los grandes apoyos del rey, aconsejándole en numerosos asuntos, recomendándole estrategias e incluso escribiéndole algunos discursos, ya que su oratoria era sublime.

Amante, esposa… y cortesana

Madame de Pompadour se convirtió en una persona muy importante en la corte de Luis XV. No era una amante más, e incluso siendo la favorita, desarrolló una vida en palacio casi de reina. Tal es así que incluso cuando murió se le permitió pasar sus últimas horas en Versalles, algo que se hacía nunca con nadie que no fuera de la realeza. A efectos prácticos, Madame de Pompadour casi fue más reina que la propia esposa de Luis XV, ya que su influencia en el monarca era absoluta. Sin embargo, la joven también era plenamente consciente del cargo que ostentaba y de cómo había llegado allí. Conocía muy bien cuál era su posición, y al igual que la propia reina, entendía de las necesidades del monarca.

Y es que a Luis XV le encantaban las damas jóvenes y hermosas, y por supuesto, gracias a su condición de rey, podía tener prácticamente a cualquier chica que quisiera. Madame de Pompadour llegó a elegir a estas damas de compañía que pasaban algunas horas con el monarca en sus aposentos, para luego marcharse. Ninguna de ellas iba a ocupar su posición, así que no había peligro en aquellos escarceos. De hecho, servían para mantener feliz a un monarca cuyo apetito sexual parecía estar desbocado. Madame de Pompadour llegó a ejercer casi como una proxeneta de su tiempo, aunque no del modo que lo entendemos ahora. Simplemente buscaba a las mejores amantes para el disfrute del rey.

Una figura controvertida

No hay duda de que una figura como la de Madame de Pompadour provocó muchos rumores en su época, y buena parte de ellos también han llegado a la nuestra. La figura de la cortesana con tanto poder quedó siempre en entredicho por parte de los historiadores, que le restaban importancia frente a la de la propia reina, mucho más cercana al rey. Sin embargo, los estudiosos entienden que, de hecho, la favorita del monarca era Juana Antonia, a la que acudía de manera habitual para pedirle consejo y obtener apoyo. Su preparación fue exquisita y no tenía nada que envidiarle a las demás mujeres de la corte. Su hija Alejandrina, por ejemplo, fue criada como una auténtica princesa, con vistas a casarla con alguno de los hijos bastardos del propio Luis XV. La muerte de la pequeña a los nueve años supuso un gran mazazo para Juana Antonia, del que ya no logró recuperarse.