Prostitución en la Segunda Guerra Mundial
Si hay un conflicto que cambió por completo la visión histórica de la modernidad, esa fue la Segunda Guerra Mundial. Mucho más global que la primera, más intensa y con un legado que todavía hoy sigue prácticamente intacto, este conflicto supuso un antes y un después para el mundo. El capitalismo liberal terminó por convertirse en el único sistema que podía desarrollarse a nivel mundial, para recuperar la producción a través del consumo. La hegemonía de Estados Unidos, una nación muy joven, frente a sus contrincantes, era ya manifiesta. El conflicto dio lugar también a otras décadas donde las pequeñas guerras se desarrollaron a un nivel mucho más limitado, en África, Asía o Europa. El temor a una guerra química asoló el mundo durante la llamada Guerra Fría. Y todo comenzó con Hitler tratando de invadir toda Europa y exportando su pensamiento de supremacía aria a medio mundo.
Los historiadores han podido comprender muy bien este conflicto, desde diversos ángulos además, porque ha sido seguramente el mejor registrado de todos los tiempos. Corresponsables de guerra, ideólogos, periodistas, militares… Todos han escrito largo y tendido sobre aquellos años de guerra en Europa y más allá de sus fronteras. El cine se ha encargado de glorificar aquel conflicto en numerosas ocasiones, casi romantizándolo, algo que muchos ven como una verdadera fatalidad. En la guerra hay un bando que gane y otro que pierde, pero al final no hay vencedores reales. Las vidas que se han perdido por el camino siempre se habrían podido evitar. El desastre, el caos de ciudades totalmente destruidas, podría haberse frenado. Pero la guerra ya era en el siglo XX una auténtica industria que movía mucho dinero, y una fórmula para conseguir objetivos mucho más oscuros que una simple invasión a un país. Sin embargo, durante el propio conflicto, hubo algunas personas que sí que salieron ganando. Gente que aprovechó la guerra para hacer dinero, y no hablamos solo de la industria armamentística. La prostitución también vivió una era dorada, a pesar del desastre que rodeaba todo el conflicto.
¡Sigue leyendo!